Una cuestión de profundidad

Grupo de la Liga Reumatológica Asturiana realizando una técnica termal en el Balneario de LaiasCaldaria

Un paciente reumático no tiene que sumergirse a la misma profundidad en agua termal para intentar mejorar su salud que una persona que padece una bronquitis o que otra que se recupera de una cirugía del aparato locomotor. Así lo transmitió ayer a los alumnos de la Cátedra de Hidrología Médica, que impulsan la Asociación de Balnearios de Galicia y la Universidad de Santiago, la directora médica de Caldaria Termal, Dolores Fernández Marcos.
A la hora de marcar distancias entre los balnearios respecto a otros establecimientos, Fernández Marcos recordó que lo que determina la especialización de estos centros para tratar determinadas dolencias es el tipo de agua que posee, la temperatura a la que surge y las técnicas que se emplean: agua de bebida, inhalaciones, baños, piscinas, tanquetas….Pero es que no sólo influye el tipo de agua y el modo de administrarla. La directora médica de Caldaria destacó también, ante los alumnos que participaban en el programa docente de la Cátedra, la repercusión que tiene la profundidad de la inmersión. Así el paciente tendrá que sumergirse en el agua a diferentes niveles en función de si quiere tratar una enfermedad u otra, un problema respiratorio o uno del aparato circulatorio, por poner algún ejemplo.
Informaición Voz de Galicia 19-03-2013

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